Voy a escribir así como hago todo, empíricamente y de memoria. No voy a citar artículos (que los hay) con bases científicas que explican concienzudamente este tema, que básicamente es un tema de salud mental.
Voy a decir lo que he visto, leído u oído al respecto, así de forma casual.
Vivimos agotados porque vivimos saturados de información. Procesamos mucha más información de la que podemos digerir: tenemos una saturación de contenidos, y no sólo me refiero a noticias, sino contenidos en general, que al mismo tiempo que nos proporcionan serotonina (y nos generan una adicción), nos tienen en un estado de alerta constante que no nos permite relajarnos fácilmente.
No voy a decir que el problema es “el internet, o las redes sociales” porque esa no es la raíz del problema, sólo es el síntoma.
La raíz del problema es una profunda insatisfacción, una presión por ser mejores siempre, por consumir más y mejor, por saber algo útil o simplemente por llenar todo espacio vacío o tiempo muerto con algo “lindo” o entretenido. Laboralmente sabemos que hay un algo que nunca se va a alcanzar, sabemos (o no) que llevamos una vida llena de exigencias sociales y económicas poco asequibles, porque tenemos trabajos que jamás podrán llenar estas expectativas: la calidad de los trabajos y los salarios se ha degradado tremendamente en los últimos 15 o 20 años.
Tampoco es que no tengamos tiempo libre, sí lo tenemos, pero nos sentimos obligados a hacer de este tiempo libre algo “productivo”, aunque más no sea el poder producir algo instagrameable y bonito, algo de lo que puedas sentirte orgullosx porque estás usando tu tiempo libre de formas valiosas, como si esto fuera posible.
Y a eso sí agreguémosle que tenemos demasiada información sobre cosas horrendas que pasan en el mundo y sobre las cuales podemos hacer poco y nada.
Entonces bueno, eso nos tiene agotados. Propuestas: desconectarse de las exigencias de productividad tanto laboral como personal o social, hacer las cosas que te gustan porque sí, en privado, sin que tengan que ser productivas o compartibles, o simplemente, no hacer nada y reacostumbrarse a “sentirnos aburridos”.
Mis 5 pesos de opinión.