La verdad sí quisiera porque -no sé ustedes- pero con los años como que se nos va acabando el ancho de banda para ilusionarnos, es decir, de pronto sí empezamos a dejarnos ir, pero prácticamente al mismo tiempo sabemos muy en el fondo de nuestro ser que todo es pasajero y que la torre de cartas está pronta a caerse. Tan sólo es cuestión de tiempo.

Una se siente, por lo menos, ridícula. Haberle contado a tus 5 amigas principales. Sí, porque todas las mujeres tenemos al menos 2 grupos de whatsapp en donde somos 3 amigas, pero les cuentas en privado, porque en el grupo como que no. Por fin tu crush te invitó a salir, salieron, la química fue fabulosa, hablaron súper a gusto, luego se besaron y hasta fajaron. Al día siguiente te mandó un mensaje de que gracias por compartir tu tiempo con él y que ojalá se repita pronto. Las expectativas están bien. A media semana le mandas mensaje tú, te responde súper atento y cariñoso, esperando verte en ensayo al día siguiente, se ven y todo OK. Siguiente fin de semana se vuelven a ver en presentación y al principio todo súper bien, conectan, se buscan, están siempre cerca (no sólo de tu parte, lo cachas viéndote entre la multitud) pero al final se va muy apurado y sólo te dice “ahí nos marcamos” y no te ha escrito ni te ha buscado para nada, lo cual para ti es igual a absolutamente nada. No vas a marcarle a nadie ni quieres que te marquen. Odias profundamente las llamadas telefónicas no anunciadas porque eres millennial, con un carajo.
Entonces, nada, te vas a tu casa post presentación, cabizbaja pero con la cabeza muy en alto porque bailaste super chingón, y con mucha energía, pero casi segura de que le vales tres hectáreas a ese precioso de sonrisa hermosa, con pequitas y pestañas bien enchinadas, ese que siempre llega tarde y anda en la luna porque el pendejo es muy piscis, y pues ya, bye.
Y al día siguiente ya puedes ver todo con otros ojos.
Los ojos de la paciencia y de la lógica, de “no tenemos suficiente información para proceder”, pero también están los ojos de “si le interesaras, claramente ya te hubiera contactado, si tuviera tantas ganas de verte como tú a él, ya te habría dicho de hacer algo etc etc etc”…
Pero a ver. No vivimos en las cabezas de otros y no sabemos qué motiva sus procederes. Y no todo tiene que ser inmediato, no es a huevo que tengamos que vernos cada fin. Peeeero pues también muestras alguito de interés o mínimo un mensaje, ¿no? no es tan difícil.
Me siento avergonzadísima de haberme ilusionado con una persona que evidentemente no siente lo mismo que yo, o al menos no a mi ritmo, y por eso sí quisiera que todo fuera un sueño y de chingazo despertar, aquí no pasó nada, ¿qué? tú a mí nunca me gustaste, voy a prepararme un delicioso café.