For 300 meters, continue straight

Noelle
4 min readOct 6, 2023
El título de este post tiene un origen interesante: I thought I couldn’t continue straight, but guess what. That’s what I am. For better or for worse.

Sin afán de sonar fatalista, realmente no estamos dimensionando lo mucho que convivimos con máquinas o sistemas electrónicos con cierto grado de autonomía. Menciono lo de fatalista porque detesto ese tono, mi tono es meramente observador.

Estoy sentada en una máquina de mis preferidas (abductor), porque ya la conozco de otra vida en la que también intenté ser persona de gym y fracasé, pero me volví persona de yoga, y pienso:

  • Realmente estoy interactuando con máquinas más que con personas. A las personas las evito elegantemente, trato de no estorbarles y que ellas no me estorben a mí. Nuestra convivencia se resume a estar en el mismo recinto pero interactuando lo menos posible. Sigo la rutina que está en una pequeña máquina de bolsillo (mi celular) que me asignó la persona a la que me acerqué hace una semana para que me ponga una rutina de pesas.
  • Hoy en la tarde fui a un checkup ginecológico, el cual si bien es dirigido por humanos, el médico y la necesaria enfermera presente cuando el médico es varón (nadie accedería a una consulta de ese tipo sin una enfermera presente, por seguridad, supongo?), una máquina tomó fotos de mis entrañas como parte de la exploración. Me quedó claro que la clínica es importante pero es clínica apoyada en máquinas y tecnología. Y el médico seguramente nació a fines de los 90. Rarísimo.

El punto es que, más allá de que muchas actividades cotidianas hoy serían impensables sin las máquinas, en este lapso de tal vez 20 años que pasaron para que la sociedad se tecnificara de este modo, yo me descubrí en muchos aspectos y pude por fin descifrar esta ecuación:

sensaciones + emociones + acciones = realidad

Y en realidad hay un intermedio:

sensaciones + emociones + OBSERVACIÓN + acciones = realidad

Antes yo no era capaz de observar las emociones (y pensamientos) que me generaban ciertas sensaciones, lo que yo percibía. Todo era en automático. Me faltaba un paso.

Ahora se agregó el paso porque LITERAL, estoy siendo capaz de observar mis emociones y ver que siempre son múltiples:

Ejemplo: una persona con la que me estoy conociendo publicó que compartió tiempo con una persona especial en su historia (alguien de quien me ha contado) e inmediatamente sentí CELOS. “Es que yo no soy tan especial como ella” y de inmediato: “es que ella es muy especial y yo no soy tan inteligente/creativa/maravillosa” como ella. Hint de dolor.

Y con esa mínima sensación, ahí mismo me doy cuenta y me digo:

  • Ahhh pero ¿qué putas vergas estoy sintiendo? esto no tiene sentido ni encaja en absoluto con lo que he pensado cerebralmente (pienso que está bien chido que una persona tenga historia y que te la comparta, que se siga llevando bien con esa persona con la que vivió momentos especiales y que hoy compartan amistad, es algo valiosísimo que no tiene absolutamente nada que ver con lo que están experimentando tú y esa persona en este momento, pues apenas se están conociendo. Al contrario: enriquece). Pero algo en mí me dice que si en la vida de esta persona existe alguien “más relevante” y más hábil que yo (muchísimo más hábil que yo, especialmente en el campo de la escritura), dicha persona que estoy apenas conociendo, automáticamente perderá interés en mí puesto que YO NO SOY SUFICIENTE. Y eso es una chingadera porque para empezar, nadie ha dicho que esto sea una competencia. Pero, repito, parece que fuera algo que surge en automático. Lo cual verdaderamente está de sumamente de la verga.
  • Y ahí es donde viene la importancia de la observación: me di cuenta de que yo estaba sintiendo cosas muy fuertes a partir de ciertas suposiciones bastante falibles. Y lo comparé con todo lo que creo en mi propio sistema de valores, en mi teoría: me encanta que alguien tenga la capacidad de llevarse bien con las personas con las que ha cogido/han sido su crush, sin que haya resentimiento de por medio. Es algo que yo misma quisiera para mí. Y tal vez no lo he logrado en todas las ocasiones en las que lo he querido.

Entonces:

celos

envidia

se pueden detectar, son reales, no hay que reprimirles, vienen de necesidades propias no atendidas, y es pedo personal ver cómo se gestionan ANTES DE ACTUARLAS.

La posibilidad de observar mis emociones antes de actuarlas me dio esa pausa que no sé bien como llegó, pero llegó. Es como que ahora todo pasa más rápido pero a la vez, puedo ver esos 3 momentos:

estímulo (sensación) -> emoción (PAUSA) -> acción

Esa posibilidad de pausa es algo nuevo que nunca antes había vivido y realmente es una delicia saber que no estoy obligada a actuar inmediatamente después de la emoción. En la pausa puedo pensar y analizar todo lo que me está sucediendo, y saber que la emoción no es la jefa. La jefa soy yo. Siempre.

Nada, eso. Las máquinas, estudiarlas, convivir con ellas, algo me ha dado.

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Written by Noelle

Entusiasta del reino animal, el rock alternativo y el queso. Escribo, bailo y yogueo para no enloquecer. linktr.ee/noelleohsi

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